En junio de 1954, hace setenta años, las mujeres en México nunca habíamos votado ni ocupado un escaño en la Cámara de Diputados. Pero la lucha por nuestros derechos políticos estaba en marcha. En septiembre de ese año, en el Palacio de Donceles, una joven abogada, Aurora Jiménez, rindió protesta y se convirtió en la primera diputada federal de nuestro país, luego de haber ganado unos comicios extraordinarios en Baja California. En 1955, las mexicanas sufragaríamos por primera vez en unas elecciones federales.
Luego de aquel primer escaño y aquellos primeros votos, la lucha feminista y la apertura democrática nuestra presencia en todos los ámbitos de la vida pública fue creciendo paulatinamente. En esta, la LXV Legislatura, finalmente se alcanzó la paridad total. Hoy México cuenta con nueve gobernadoras y dos mujeres presiden dos de los tres poderes de la República: la Suprema Corte y el Congreso de la Unión. En menos de cien días, una científica, la doctora Claudia Sheinbaum, rendirá protesta como la primera mujer en presidir el Poder Ejecutivo de México.